Grabar (del griego grafo, “esculpir, rayar”) es etimológicamente cavar, según la voz latina cavare. La huella producida por presión de un instrumento incisorio sobre un cuerpo inflexible o resistente no es sino el paso grabado por aquel útil en la materia. (Esteve 1997: 11).
La técnica del grabado comprende tres procedimientos fundamentales que corresponden, grosso modo, a los materiales usados para preparar la matriz: grabado en relieve -se trata de una matriz tallada en relieve, por lo general de madera (de ahí el término de xilografía); el grabado en hueco -huecograbado- de una matriz de metal tallada en hueco (el metal que más se suele usar es el cobre); el grabado en plano, con una matriz de piedra (litografía). (Maltese 1997: 235)